¡Tengo hipos!

¡Hip, hip, hip!

¡Hipo común, como el que tiene todo el mundo cuando coge aire ¿verdad? lo más normal del mundo. Lo que ya no es tan lógico es padecer de HIPOS toda la vida. Os explico.

De pequeñita, como la mayoría de niños, solía tener hipo a causa de los gases, de tan agarrada que era no los soltaba por donde había que hacerlo y lo manifestaba teniendo esas molestas contracciones espasmódicas involuntarias y repetitivas que me daban tan a menudo.

Cuando fui mayor y ya me consideraban mujer por haber tenido la primera menstruación con 12 años, (cualquier cosa era una mujer), empecé a notar unos mareíllos extraños que coincidían con las reglas mensuales, y mira por dónde me volvió el hipo, pero ahora estaba diagnosticado por un médico y se llamaba HIPOtensión, ¡vaya por Dios, otro hipo!, pues nada, tuve que aprender  a vivir con él.

Según los médicos, al ser HIPOtensa, normalmente mi temperatura corporal no suele subir de 35-35.5, soy dura para la fiebre pero para que os hagáis una idea, tener 37 o 38, para mí es un fiebrón de agárrate y no te menees, por lo tanto...conclusión, también se me puede considerar HIPOtérmica.

¡Tranquilos que vienen más!

Soy diabética controlada sin medicación, pero mi peligro consiste en las bajadas momentáneas de azúcar en sangre, mi médico dice que tengo diabetes con HIPOglucemias espontáneas, menos mal que siempre voy preparada.

Con los años, puse unos kilitos de más, siempre había tenido mucha facilidad para perder lo que me sobraba en un par de semanas, ni que decir tiene que me puse a dieta, cada vez comía menos, ya no por la dieta sino por falta de apetito, pero los kilos seguían estando ahí y traían consigo todas las semanas a sus familiares los gramos. Volví a ir al galeno para que me aconsejara y claro está me dijo que aparte de la dieta hiciera ejercicio, que me venía bien para perder peso y...¡ojo! también me servía para tener más apetito y digo yo, si me harto de correr para adelgazar y cuando llego a casa "desmayada", se me abre el apetito y trago lo que encuentro, ¿en qué lugar se quedan los kilos? ¿se van o vuelven?.
El caso es que como no daba resultados nada de lo que hacía, me hicieron análisis y ¿qué creéis que apareció? ¿no lo imagináis?...
¡¡HIPOtiroidismo!!, ¡toma del frasco! ¿Eran pocos hipos? ¡pues toma! uno más.
"Hipo" en plan coloquial y cotidiano, significa.... "menor, inferior, poco, menos, por debajo de..." y si analizo mi vida, estoy completamente de acuerdo con el prefijo que me ha seguido desde pequeña.... no he sido nunca "hiper" en nada, me identifico totalmente con su definición.

Y ya para terminar, os diré que como colofón, para reducir el peso sigo un tratamiento  hormonal para paliar mi problema de tiroides que está dando buenos resultados, pero de todas formas, el cansino de mi médico me insiste en que tengo que seguir con una dieta rica en alimentos HIPOcalóricos.  ¿Habéis tenido bastante?

Yo sí, hip, hip, hip....