Para ellos

He tenido el sueño de sueños, el que cualquiera quisiera vivir de verdad, que fuera su realidad inmediata, su futuro más próximo, su eterno clímax , su punto más álgido, su.....su......su...... ¡un momento, please! que me he atascado.... ya sigo.

Pues resulta que me tocó un décimo que no había comprado, millones de dineros que me cayeron encima sin esperarlo y ahora ¿qué hacía? Tenía que pensarlo bien, no podía hacer las cosas a lo loco aunque yo así me considerara, mi nueva vida estaba a punto de comenzar y tenía la obligación de pensarme muy bien qué era lo que quería hacer y tener, y ésa era mi prioridad, no deseaba que mi decisión tuviera un efecto pigmalión negativo y que desapareciera el décimo que no compré, más bien al contrario, en todo caso, que se materializara de tanto soñarlo.

Así que me informé bien de los paraísos que ahora estaban a mi alcance, podía pagar lo que fuera, lo que me pidieran... lo daría de mil humores....perdón, he querido decir amores, con tal de conseguir algo por lo que vivir que fuera mío, poder tener la cantidad de amores y relaciones que me vinieran en gana sin tener que dar explicaciones a nadie, ni siquiera a mi esposa, es la ventaja de ser el señor de las cosas.  Me hablaron en varias agencias de una nueva ciudad destinada al ocio, en la que ponían a disposición de los dineros, todo un vasto territorio sin dueño a la espera de que alguien lo comprara y lo colonizara y yo a colonizar, siempre estoy dispuesto, por algo soy un buen semental.  No me lo pensé dos veces, gasté una buena parte del premio del décimo que no había comprado y me puse en marcha.  Empecé un viaje con itinerario en multitud de puertos, como viajaba solo y no quería olvidar en mi vejez tan tremenda osadía, me vi obligado a llevar a cabo mi propio cuaderno de bitácora al que le puse el nombre de Macondo en honor a la empresa de publicidad de Sevilla en la que había estado trabajando tantos años y a la que ahora dejaba por los dineros. No es que me fuera al País de Nunca Jamás, éste no estaba tan lejos pero me llevaría lo mio llegar allí.

Cuando llegué, me entusiasmé tanto que contraté suficientes operarios para que me construyeran el rancho en un mes ( por algo es un sueño).

El porche delantero era fresco, tenía buenas vistas e invitaba a repanzigarte en la butaca simplemente observando la vida pasar, simplemente eso. A veces me dedicaba a escribir por afición y no por obligación, que ni siquiera eso tenía, porque por no tener obligaciones, no tenía ni la de informar a mi mujer de mi paradero, ¡pobre! seguía esperando en Madrid a su príncipe azul, que en realidad, nunca existió y sin embargo, yo en este sueño, con este décimo....sigo siendo el rey. Da gusto mirar a lo lejos y ver cabezas de ganado por todas partes, toros salvajes que harían las delicias de cualquier película de John Wayne y una pradera verde como la menta.  Ya puedo pedir mi certificado de existencia porque creo que de tanto pensar en mis ideas cotidianas, el final del sueño será que existo de verdad y esto es la realidad..... ¡¡¡Qué iluso!!!

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DEDICADO A MIS  AMIGOS: (Por orden de aparición)

Imaginativa....................................Sueños
Susana ...........................................Mi nueva vida
Rebeca...........................................Galatea y el efecto Pigmalion
Jesús...............................................De mil humores
Myriam...........................................De amores y relaciones
Inma...............................................Territorio sin dueño
Chema............................................Bitácora de Macondo
Campanilla.....................................En el País de Nunca Jamás
Pilar................................................Observando la vida
Rafa................................................Escribir por afición
Fernando........................................En Madrid
Eva.................................................El príncipe azul que nunca 
........................................................existió
Xavi................................................Toro Salvaje
Ana.................................................Certificado de existencia
Luisa...............................................Mis ideas cotidianas.


Si buscáis, encontraréis vuestras reseñas en algún rinconcito del relato.
Sé que han quedado algunos en el tintero, pero lo siento, no he dado más de sí (o de mi), en otra ocasión será.