3---¡¡Zorra!!
Llegó con bastante tiempo para
entrar en una cafetería cercana, estaba dispuesta a iniciar el seguimiento de
su hermana con una merienda que le proporcionara la energía suficiente por si
tenía que seguirla a pie y le costaba una caminata. Pidió chocolate con churros
y después por mera gula, un azucarado pastel de la vitrina, desde luego mucho
tendría que andar para que tuviera una bajada de glucosa. Lo tomó
tranquilamente, sin ninguna prisa, sabía el horario de Eloísa y no se levantó
de la silla hasta veinte minutos antes de la hora de salida. Se metió en el
portal de un bloque de pisos, en la acera de frente al edificio de oficinas
donde trabajaba su hermana, estaba segura de que desde allí no la podría
descubrir aunque mirara en su dirección porque el interior del portal en
contraste con la claridad de la calle, se encontraba casi en penumbra. Durante
quince minutos se distrajo pensando en que debía salir de compras, había caído
en la cuenta de que ya necesitaba trapos nuevos cuando a través de las grandes cristaleras
vio una silueta que identificó enseguida por lo parecida que era a la que ella
veía cuando se miraba en un espejo, dio dos pasos atrás por si acaso y esperó a
que su hermana saliera del edificio, echó a andar calle arriba a una
considerable distancia esperando que Eloísa se dirigiera a recoger su coche del
aparcamiento y cuando la viera entrar pararía un taxi y le indicaría que
siguiera su coche a unos metros, no más, porque sabía que a su hermana le
gustaba la velocidad cuando era ella la que conducía, cuando conducía otra
persona se acojonaba.
Sorprendida, comprobó que pasó de
largo la entrada al aparcamiento y girando a la izquierda, tomó la avenida
principal.
--- ¿Adonde irá? Se ha propuesto que
haga senderismo de ciudad, espero que no siga así mucho tiempo, de haberlo
sabido me hubiera puesto mis cómodas deportivas.
Después de veinte minutos se dio
cuenta de que la zona le era cada vez más familiar. Cuando Eloísa alcanzó la
esquina y giró, empezó a sentir una sensación angustiosa, en su fuero interno
se iba haciendo un hueco la desconfianza,-- no quiero pensar lo que estoy
pensando, no puede ser, es imposible, todo es fruto de mi imaginación-- siguió
caminando sin mirar donde pisaba o qué obstáculo podía tener delante, sólo veía
la figura elegante y bien vestida de su hermana, el movimiento de su cuerpo al
andar y sus ojos, sin querer, se fijaban únicamente en los pasos que daba, en
si los apresuraba o los iba frenando, no quería perder de vista aquellos
zapatos azules de altos tacones que seguramente le habían costado una pasta gansa... de pronto se
pararon en seco, sabía muy bien dónde habían parado pero su cerebro se negaba a
alzar la vista, si lo hacía, le confirmaría al instante sus sospechas y ella
quería seguir reticente a la evidencia. Cuando lo hizo, ya se abría la puerta y
la figura que había seguido desapareció en su interior.
Volvió a su casa y se derrumbó en el
sofá. Le resultaba difícil creer que Eloísa hubiera llegado a ese extremo, al
extremo de hacerse pasar por ella y anular el contrato del apartamento para
quedárselo ella, pero estaba visto que
sí, que era capaz de eso y de mucho más, no había calculado hasta dónde podía
llegar la envidia y la ambición de su hermana. Tenía la convicción de que
estaría disfrutando cada minuto pensando que le había arrebatado el piso y
riéndose de lo lindo por lo bien que le había salido el engaño. No sabía qué
era lo que sentía, era indignación por haber sido utilizada sin ni siquiera
darse cuenta, por haber creído sus palabras cuando le decía "lo siento
Emilita", le dolía el pecho, se habían hecho muchas marranadas sin llegar
a hacerse daño realmente... hasta ahora, por lo menos era lo que sentía, la
había lastimado mucho con su afán de ser la primera en todo, esto ya no era un
juego... su hermana tiraba a "doler" y ella no se quedaría de brazos
cruzados llorando en casa, por supuesto que no, ella también movería ficha. Se
quedó dormida con el corazón encogido de llorar.
Habían pasado varios días y sonaba
el teléfono, Emilia contestó:
--- ¿Sí? ----su hermana siempre
llamaba con número oculto.
--- ¡Hola hermanita! ¿Qué es de tu
vida? Comprendo que no hayas vuelto a llamarme, pero de verdad que no podía
atenderte, he estado muy ocupada.
--- ¡Ah hola! no te preocupes, sé lo
que es eso, nosotros estamos ahora mismo preparando la próxima temporada y
tampoco tengo tiempo de nada.
--- Vale, vale, oye ¿te pasa algo?
--- No ¿por qué?
--- Por nada, me pareció notar algo
raro en tu voz ¿no estarás enferma, verdad?
--- No, no, sólo un poco acatarrada,
pero nada más, no hay de qué preocuparse.
---Bueno pues cuídate y llámame
cuando estés más libre ¿de acuerdo?
--- Venga, ya hablaremos.
Sonrió maliciosa, era verdad que
estaba muy ocupada pero no por razones de trabajo precisamente. Había estado
vigilando a su hermana, sus horarios de salida de la oficina, sus itinerarios y por
supuesto la hora en la que entraba y salía de su frustrado apartamento. En esos
días pensó mucho en la maniobra de su hermana y se dio cuenta de que algo no le
cuadraba en todo ese entramado. Pudo llamar al dueño del piso y anular el
contrato en su nombre, pero no creía que Eloísa pudiera volver a alquilarlo
puesto que el dueño se hubiera dado cuenta de que sus apellidos coincidían y le
hubiese extrañado todos esos movimientos... así que llegó a la conclusión de
que su hermana había alquilado el apartamento a nombre de otra persona y ella
lo iba a averiguar. Además había un detalle importantísimo que le confirmaba
esa teoría... sus pesquisas como detective privado le habían revelado que su
hermana llegaba al apartamento casi siempre a la misma hora pero también que
después de tres o cuatro...volvía a salir para no volver hasta el día
siguiente. Su intriga iba en aumento y sabía que el plan para desenmascarar a
Eloísa tenía que ser perfecto.
Llegó el momento de descubrir la
verdad, sabía qué días eran los que su hermana no acudía a su cita secretísima,
cómo se vestía y se peinaba, qué maquillaje usaba y los complementos que solía
llevar. Era un plan demasiado arriesgado y podía salir mal, pero no le
importaba con tal de saber qué se traía entre manos y de esa forma podría
echarle en cara el daño que le había hecho.
Sus pasos la llevaron con decisión a
su destino, se paró ante el portal y llamó al 5C del portero electrónico, el
corazón le latía con tanta fuerza que temió que pudieran oír sus latidos,
apretaba la boca y respiraba hondo, tenía que templar sus nervios si no quería
aguar la fiesta. Unos segundos después una voz preguntaba: ¿Quién es?
(continuará)
Siento haber tardado tanto en llegar, tengo todo esto de blogger muy abandonado.
ResponderEliminarMe gusta esta historia de las dos gemelas, tanta intriga, tanta envidia...
Como puede ser que una hermana haga eso a otra?
Quitarle el piso, alquilarlo a otro nombre?? madre mia! no puedo imaginar el rencor que lleva consigo, ni de donde nace.
Pero es que la envidia es muy mala, sólo se me ocurre eso para justificarlo, eso, o que es maligna y hace daño por puro placer.
Besos mediterráneos.
ResponderEliminarLlegarás a saber cual de las dos es más mala.
No te preocupes por tu retraso en bloguear, a mí me está pasando lo mismo, no tengo mucho tiempo y por eso he decidido daros a conocer estos capítulos, espero que estén entreteniendo, yo también llevo algunos días de retraso en visitarte, no me lo tengas en cuenta, pronto nos pondremos al día.
Besos apretaos, amiga Rebeca.
Estas dos no tienen remedios, si una es mala la otra es peor.
ResponderEliminarUn abrazo:)
EliminarSólo el tiempo lo dirá, jajaja.
Besotes.
Joder con tan mala leche como tienen, igual son hermanas porque las parió la mima madre, pero por lo demás tienen de todo menos de hermanas. Ese odio raya lo racional.
ResponderEliminarUn abrazo yeste lima.
EliminarNo diremos odio, pero sí envidia y afán de protagonismo, y ésto, como bien sabes, se da en las mejores familias.
Gracias por tus visitas, Rafa, un beso.
Jejejeje, ya sabía yo que el piso famoso volvería a salir.
ResponderEliminarEs muy difícil esto: que la hermana malvada anule el contrato haciéndose pasar por la buena pero luego lo renueve. Ahí dejas abierta una puerta importante, difícil de resolver. Veremos cómo sigue.
Me alegro que la persiguiera a pie. Cuando en las pelis sube alguien al taxi y dice "siga a ese coche", queda increíble, seguro que el taxista le animaría a bajarse. Mejor así, a pie.
Quedo acollonado por quién esté arriba, y también porque en medio de la siguiente escena aparezca la hermana hija de fruta con una pistola o un puñal.
Veremos.
EliminarJajajaja, ahhh, jajajaja, me encantan tus comentarios, te lo he dicho alguna vez, ¿verdad? pues me reitero, me lo paso en grande leyéndote.
Me gustan tus cábilas sobre el desarrollo y posibles acontecimientos de la novela, me alegra que de verdad te esté gustando.
Gracias por tus palabras, Fernando, y por seguirme.
Besos.
Virgen Santa, estoy más enganchada que al libro que me leo ahora....
ResponderEliminarPero me está dando un poco de miedo la capacidad de pisoteamiento que tienen estas hermanas...
To be continued....
Besotes!!
Eliminar¿De verdad?, ¿estás enganchada? mira que cada vez que me dicen algo así, engordo un kilo, he puesto una talla con los comentarios, jajaja.
Te agradezco tu interés y tus palabras, Campanilla y de verdad no sabes cómo me alegro de que os guste.
Un beso apretao.
Joder, eso no vale que nos has dejado con la miel en los labios...yo creo que la chica no es tan mala y que será algo distinto a lo que piensa la espia hermana. Habrá que esperar-
ResponderEliminarBesicos.
EliminarSí.....habrá que esperar...¿tendrás paciencia? y sobre todo...¿constancia?...ufff, Ana..¿pues no que empiezo a tener nervios por lo que me decís?
Espero que seais sinceros en los comentarios, por lo menos, tendré la satisfacción de haberos entretenido.
Gracias por tus visitas y opiniones. Un beso apretao.
Uf, qué intriga. No puedo esperar. Un beso.
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EliminarSusana, el que sabe esperar, una de dos, o tiene su recompensa o su decepción, jajaja, espero que no sea lo segundo.
Gracias por tus palabras. Un besote.
No sé si son más brujas las hermanas o las que les da vida, que nos tiene aquí en un sinvivir. :D
ResponderEliminarBesos, guapa.
EliminarYa comenté una vez y me parece que fue a ti, que no pongo mi foto en el perfil porque se me ve feísima con la nariz en garra, verrugas por doquier y un poco desdentada, jjajaja, no sé yo la idea que tienes tú de las frujas, yo soy de las buenas....jajajajajaja, aaahhhh, jajajajajaja, aaaahhhhhh JAJAJAJAJAJAJAJA. te encontraréeeeeee.
No sé si esta vez mandarte besos.
Jaja, Vaya, iba justo a comentar y decirte lo mismito que te ha dicho Chema, ésto me pasa por llegar tarde.
ResponderEliminarPues nada, eso, que eres muy traviesilla y te gusta mantenernos en vilo.
Besazos
EliminarNo pasa nada, jefa, a tí te tengo localizada y puedo volver a meterte en un lío gordo.... si me consideras bruja......
De alguna manera ¡ME PAGARÉISSSSSSSSSSSSSSSSSS!
Tampoco sé si apretaos.
Madre del amor hermoso ¿pero a quien he contratado yo? Nada, que todo estupendo Yeste, eres más salá que las pesetas
Eliminar
EliminarNo me pelotees, jefa, que nos conocemos. Por cierto, me renovarás, ¿verdaaaad?... así me gusta.
Apretaillos na más.
¡¡¡Ajajá!!! Entonces mis sospechas eran ciertas!!!!!! La hermana, de alguna manera se ha quedado con el apartamento...veremos.
ResponderEliminarMuy interesante el relato, Yeste, te lo digo en serio, no es peloteo ni comentario vacío de bloguero pelotas :)
Besos y gracias por tu cariño
EliminarMe animas con tus palabras y te agradezco que sigas la historia capítulo a capítulo.
El cariño se comparte y todos los amigos aquí presentes y otros que no están, se lo merecen, puedes estar segura de que el blog que no me interese por lo que sea, generalmente aunque no lo parezca, se suelen conocer un poco los personajes que queremos dar a conocer y ahí es donde yo siento más apego, y puedo decir alto y claro que los amigos que tengo son los que me interesan, no busco más seguidores, los prefiero con calidad y para mí tú eres uno de ellos.
Besos apretaos.
Por mi parte el comentario es totalmente sincero porque parece que estoy viendo una peli o leyendo un libro. Espero impaciente.
ResponderEliminarBesicos.
ResponderEliminarGracias, Ana, me animas a seguir.
"Besicos" apretaos.
Me has dejado muy intigrada. Coincido con la mayoría de los comentarios, haces que el relato sea realmente interesante y dan ganas de más.
ResponderEliminarSaludos.
ResponderEliminarGracias Imaginativa, yo de verdad me alegro de que os guste y son vuestras palabras las que me animan a seguir.
Muchos besos, amiga.
Queda muy claro que ya deja de ser un juego esta rivalidad
ResponderEliminarentre ambas hermanas y que va in crescendo un hacerse
daño una a la otra. No hay inocencia, hay maldad.
Buen relato, Yeste
Besos