ICONOLANDIA

Yo creo que los iconos que usamos a diario, pueden confundir al que está leyendo, suelen mentir mucho,  es verdad que quedan muy bien acompañando una frase, incluso nos mimetizamos con ellos, para el que los ve, es la viva imagen del que escribe, imaginándonos que verdaderamente estamos muertos de risa o llorando de pena.

Son cómodos, es verdad, te ahorras escribir. Una risa... Jaja... pero  ¿y si es una carcajada? no te vas a llevar dos líneas poniendo ja, para eso hay un muñequito con dos gotas colgando, que a veces no se sabe bien si el pobre ríe o moquea... también hay otro, que será de su misma familia porque se parecen mucho, al que le salen dos cataratas de los ojos, que por lo visto, ése solo sabe llorar, no es que se esté meando de risa. Hay uno en particular, que me da un no sé qué, se ríe con los ojos apretaos y con la lengua fuera, vamos que se ve claramente que se está burlando del personal.

Después están los expresivos, como digo yo, el triste, el apenado, el contento,  el enfadado, el cabreado, el sorprendido, el lloroso, el endemoniado.... Uffff.... Cientos.
Pero claro, ¿Quién me asegura a mí que esas caras son el reflejo de la realidad?...naaaa... No te puedes fiar, te están diciendo que tienen un problema con sus emociones, pero tú te descojonas al ver los dibus... ¡Hombre, eso no se hace!...
Si acaso dile que no puedes acudir a la cita y que le vas a dejar tirado y le pones una carita compungida que le da a entender que estás tristísima por no verle... Y luego te vas a la puerta del piso y le abres al otro maromo que te está esperando... Estos dibus mienten mucho, que os lo digo yo... Que algunas ponen los de las tartas en las meriendas, dos trozos por falta de uno y por detrás se están tomando una infusión laxante para adelgazar...

Es como cuando te están diciendo que son buenos y te ponen caritas angelicales... que de ésas  conozco yo algunas y después están deseando coger la herencia.... Si es que....
No es mejor decir que son demonios y poner icono infernal?... Al menos, si están mintiendo, la sorpresa siempre será buena... O no?

 

Ya os digo, no hago caso de ninguno de los que me ponen, prefiero las palabras, que a lo mejor están pensando de mí que soy una hija de la gran china y me están poniendo un corazón rojo a rebosar de amor y latiendo sin parar... ¡anda ya, hombre!




(¿Chorrada, verdad?)