8--- Incertidumbre
Las semanas pasaban y Emilia no veía a Pablo tan a
menudo como quería, sabía que ya no se sentía tan abrumado por el trabajo, los
jefes habían vuelto satisfechos a las oficinas centrales y eso le daba cierto
respiro, no llegaba a entender porqué sus citas de un tiempo a esta parte no
eran tan continuas como antes, sólo se veían una o dos veces por semana… la
semana que tenía suerte… y lo peor era
que no le podía decir nada, no le podía pedir explicaciones, se limitaba a dar
por hecho lo que él le decía: “Tendremos que estar una temporada viéndonos
menos porque aunque no esté en la oficina, tendré que viajar para concretar el
sitio donde se va a abrir la nueva sucursal… bla bla bla”
Por sus conversaciones con Eloísa, no creía que
hubiera engaño alguno, ella le confirmaba lo que ya sabía sin que
tuviera dudas al respecto, pero no quería decir que ella al menos estuviera tranquila, no sabía porqué pero sentía una rara inquietud…--¿tendría razón Eloísa y
se estaría enfriando su amor?
Seguían así los tres mientras desfilaban los
meses, Eloísa… esperando la prometida decisión de Pablo… Emilia, ansiando cada vez más oír su nombre en sus
labios y Pablo… dando largas a la situación por temor a equivocarse, estaba
enamorado, de eso no había duda, pero su
inseguridad en cuanto a su futuro le impedía afrontar el dilema sin haber puesto de acuerdo antes, su cabeza
y su corazón.
Como las dos tenían ahora más tiempo libre por
falta de citas con Pablo, quedaban para salir de vez en cuando con amigos de la
relegada pandilla, a ambas les venía bien pasar un rato en buena compañía,
echando unas risas y desocupando un poco la mente de amoríos.
¡¡Es curioso!! Ninguna de las dos se extrañaba que
la otra estuviera más ociosa últimamente.
La pandilla había aumentado de miembros y se veía
alguna que otra cara hasta ahora desconocida.
En una de sus salidas, le presentaron a Rafael.
Insólita situación, por primera vez y ante la perpleja mirada de los demás,
ninguna de las dos mostró demasiado interés por él, a pesar de que su atractivo
hacía mella en las demás féminas del grupo.
A Rafael se le notó claramente durante toda la
noche por cuál de las dos sentía
preferencia y claro está, no pasó desapercibido para nadie…ni tampoco para
Eloísa, que, con muy buena intención, se las ingenió para que su hermana Emilia
quedara sentada junto a Rafael.
Mientras ellos charlaban animadamente, Eloísa
pensaba cómo hacer de celestina para que su hermana tuviera la oportunidad de
encontrar el amor, quería que fuera tan feliz como ella con Pablo… de esa forma
podrían salir los cuatro y cada una podría compartir la felicidad de la otra.
Ya le contaría la verdad de quién era y seguro, que si ella se enamora también,
la cosa será como una broma sin importancia.
Después de casi tres horas de veladas preguntas,
el interrogatorio de Eloísa iba tomando otro derrotero.
--- Oye, Rafael ¿tu negocio te deja mucho tiempo
libre? Vamos, me refiero a que si sales
a menudo a divertirte.
--- Sí, no tengo mucho problema a la hora de dejar
la agencia en manos de mi hermano, él es socio como yo y organizamos bastante
bien nuestro tiempo de asueto.
--- Estupendo, entonces puede que haya por ahí alguna
chica que te acompañe en tus diversiones, ¿no?
--- Créeme que si la hubiera… en estos momentos
estaría con ella, estoy chapado a la antigua y no me parece bien estar de copas
con los amigos mientras ella se queda
sola o bien, sale con otras compañías.
--- ¡¡¡Uuuhhh!!! Me imagino que siendo así,
tendrás alguna chica mariposeando a tu alrededor.
--- No lo sé, pero te aseguro que todavía no ha
llegado la mujer que me haga sentir lo que yo quiero.
Al decir esto, Rafael deslizó su mirada sobre Emilia
y ella supo percibir la atracción que se
despertaba en él, un poco azorada, desvió sus ojos y siguió hablando de
tontunas con una de las últimas adquisiciones del grupo.
A Eloísa no se le escapó ni lo más mínimo de su
reacción y pasó directamente al ataque.
--- Oye, estoy pensando que… veréis… tengo unas
entradas para el teatro que no voy a poder utilizar porque Paul estará de viaje
en esa fecha, podéis ir juntos si os apetece.
--- Verás, es que… --Rafael interrumpió a Emilia
antes de que pudiera negarse…
--- ¡¡Genial!! Muchas gracias Eloísa –y
dirigiéndose a Emilia—Te recogeré a las siete, pero de todas formas, pienso que
deberíamos quedar antes del estreno, me gustaría conocerte un poco más.
--- Está bien.
El callado reproche de Emilia le llegó a Eloísa sin
embargo, alto y claro y ésta creyó que una vez más, lo que a su hermana le
importunaba es que hubiera sido ella la que manejara los hilos de la cita.
Por lo visto, era un hombre decidido, no le daba
vueltas a las cosas y no tenía reparos en ir derecho al grano cuando algo le
interesaba y Emilia le había interesado desde el primer momento y sabía
perfectamente porqué ella y no su hermana Eloísa.
Emilia le había parecido una mujer, que en cierto
modo, su forma de ser era semejante a la suya, la creía capaz de derribar
cuantas barreras encontrara en su camino con tal de conseguir lo que quería o
por lo menos era lo que había intuido a primera vista…pero podía equivocarse y
decidió comprobarlo personalmente… si ella le dejaba.
No erró mucho el tiro… Emilia sabía bien lo que
deseaba y estaba muy lejos de ser Rafael.
Ella misma se sorprendió al darse cuenta que no le
había molestado demasiado la impertinencia de su hermana al arreglarle la cita
con Rafael, al fin y al cabo, se trataba de uno más de la pandilla y ella tenía
días de tardes malhumoradas en las que, tal vez, le hubiera venido bien salir
de casa… daba igual con quién.
De todas formas, hiciera lo que hiciera donde
fuera y con quién fuera, seguiría deseando estar con Pablo y le echaría de menos
siempre, por eso no le importaba mucho salir con otro hombre…simplemente lo
pasaría bien con un amigo.
La primera salida no se hizo esperar, la llamó al
día siguiente y quedaron para tomar algo y pasear.
No fue mal, fue una tarde entretenida, descubrió a
un Rafael bastante diferente del que conoció el primer día, según iban pasando
las horas y la confianza surgía entre ellos, se desprendió de toda cortedad y
se mostró tal cual era… divertido, con un gran sentido del humor y pendiente
siempre de que lo pasara bien.
Resultó que tenían muchas cosas en común, una de ellas era el deporte y entre otras, el senderismo.
--- No puedo creer que te guste hacer senderismo,
hasta ahora, de todas las chicas que he conocido, tú eres la primera a la que
no le importa calzarse unas botas de montaña, rozar sus piernecitas si hace
falta por los matorrales y no da gritos absurdos cada vez que tropieza con
algún “animalito”.
--- Ja, Ja,
Ja… qué gracia, a mí me ocurría lo mismo, tampoco conozco a muchas que lo
quieran hacer, casi siempre voy acompañada de amigos varones., Ja, Ja, Ja.
--- Yo he
tenido más suerte que tú –contestó Rafael y siguió hablando--
--- Oye, ¿qué te parecería si el próximo sábado
vamos juntos a patear la sierra norte? Podemos llegar hasta el lago, almorzar
allí y volver antes de que caiga la noche.
--- No sé…
--- ¿Cómo que no sabes? La forma de contestar es
sí… o sí.
--- ¿Siempre eres tan convincente?
--- Siempre que me interesa.
Al decirlo la miraba fijamente, pero Emilia, que lo había visto por el
rabillo del ojo, siguió mirando al frente enfrascada en su visión del paisaje.
Continuará
La indecisión me enerva, cuando parece sí, es no. Estar cerca de estas dos muchachas es para volverse loco.
ResponderEliminarBesos
EliminarEso pretendo, Pilar, eso mismo, jajajaja.
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY va a ser que estos dos terminan enganchándose.... jejejeje Y que Tal si Claudio no es a Eloisa a la que quiere.... jejejej menudo lío: la Elo se quedaría sin el pan y sin la torta jajajaja. Y no me sigo enrollando, veremos como sigue la cosa....
ResponderEliminarBesos
EliminarSeguro que tan enrollada como hasta ahora.
Jajajaja, ¿quién es Claudio, Myriam?, jajaja ¿me has metido tú otro personaje y no me he enterado?.......no te preocupes, al final me gusta más ese nombre que Rafael.
Besos apretaos, amiga.
jajajaja quise decir Pablo. Y que tal, si Pablo no es a Eloisa a la que quiere....(y ésta se queda sin el pan y sin la torta porque le fletó a Rafael a Emilia)
EliminarBesos y disculpa el lapsus. El único Claudio que conozco es el Emperador Romano :-)
A ver si Eloisa sabe más de lo que parece...
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EliminarAquí todos saben mucho y nadie sabe nada ¿se entiende?, jeje
Besos, amiga Ana.
Está muy bien la apertura a un 4º personaje. Veremos la importancia que llega a tener o si es un simple paréntesis mientras vuelve Pablo-Paul. Esperemos, eso sí, que no acabe confundiéndose y se líe con las dos hermanas.
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Eliminar¡eso es! ¡¡así me gusta!! que interactuéis e imaginéis las posibles combinaciones (nunca mejor dicho).
Atento, Fernando, nunca se saaaabeeee.
Besote.
Eso... más jaleo aún!!!
ResponderEliminarBesos.
Eliminar¡¡venga, meneo, meneo, que no se duerma el resdspetable!!
Jaja, me apunto al comentario de Toro.
ResponderEliminarMientras he ido leyendo se me han ocurrido dos ideas, disparatadas, pero me han venido a la mente.
La primera es si la indecisión de Pablo no puede deberse a cierta confusión y desconcierto que le puede crear el hecho de que aunque él no lo sepa está tratando con dos personalidades diferentes, y ahí lo dejo.
La segunda es más loca aún, pero estando tú por medio cualquier cosa es posible. Rafael ha nombrado que tiene un hermano ¿no nos meterás en un lío doble verdad?
Besitos
Eliminar¡¡Oye, oye!! ¿qué has querido decir con eso de "estando yo por medio"? ¿Qué fama es ésa? ¿tengo que recordarte que debido a mi admiración por tí, intento imitar todas tus alocadas pérdidas de papeles?
Que sepas, jefa, que me ha dolido en el alma, necesito urgentemente una gratificación.
Sniff..sniff
Flogitos, flogitos.
Ja! A mí no me pases el muerto, yo no soy tan retorcida. Y ni gratificación ni nada ¿no pensarás que te voy a dar vacaciones de semana Santa? No hija, no!
EliminarMás madera que es la guerra. Esto acaba todo como el rosario de la aurora.
ResponderEliminarUn abrazo.
EliminarRepito:
No se saaaaabeeeeee!!
Jajaja, besos, Rafa.
Mmmmm una duda me invade ¿Rafael conoce a Pablo? Esto me huele a encerrona, aunque no sé muy bien por qué jaja
ResponderEliminarBesos!