Entren y jueguen, señores.

Un grupo de amigas, cachondas ellas y muy dadas a las bromas con situaciones complicadas, me han retado, bueno nos hemos retado todas entre nosotras, en eso consiste el juego, en ser capaces de decir más de cien mentiras, por decir un número, para que todo salga bien y resulte creíble.

Los días 28 de Diciembre de cada año desde hace cinco, tenemos nuestra cita-almuerzo-reunión de Navidad y en ella tenemos que aparecer, sin pizca de vergüenza, como hayamos decidido el año anterior.

Este año debemos ir todas acompañadas de pareja, pero no una cualquiera, no, no valen familiares ni amigos, tiene que ser alguien que conozcamos  en los dos últimos meses previos a  la cita y para complicar un poco más la hazaña, el personaje debe tener como mínimo, cinco años menos que cada una de nosotras. Fue una decisión harto cansina, no nos poníamos de acuerdo en las reglas y nos dieron las diez de la noche discutiendo unas con otras, unas más valientes y dispuestas y otras más comedidas y vergonzosas.
¿Cómo lo veis? ¿Será una inocentada de algunas para que las que lo hayan creído se presenten con un chulazo a su vera?
Y si es verdad, ¿creéis que resultará fácil? ¿conocéis a alguien que se quiera prestar a este escándalo sin delatarme? ¿Haré bien el papel sin que me dé un ataque de ansiedad y meta la pata?

Estas locas se superan cada año. Al principio de esta aventura anual, cuando todo nació como una simple broma, era verdad que nos divertíamos y nos decíamos a nosotras mismasa:" a quién le importa cómo vayamos" y decidimos ir todas vestidas de rojo. Sólo era cuestión de echarle cara.

El segundo año, tuvimos que darle a alguien de cada mesa del restaurante, un cachito de carbón dulce como regalo de amistad, había que ver las caras de los comensales.
El tercero consistió en dar abrazos a todos los presentes del restaurante, (os diré que todos los años reservamos en el mismo local, ya nos conocen y saben de nuestros retos, yo creo que esperan el día con impaciencia.)
Este último año, tuvimos que ir todas vestidas de torero, montera y todo, con la consiguiente sorpresa de los clientes. 
Y este año...no sé cómo me las voy a arreglar.
No os he dicho que la que no cumpla las normas, paga el almuerzo y las copas de todas...se me olvidaba...somos siete.

Tengo que ponerme manos a la obra, esta vez estoy de verdad desesperada, a ver quien quiere subirse a mi carro, porque he de decir que no soy precisamente una jovenzuela alocada.  Tendré que hacer un uso indiscriminado del maquillaje para paliar un poco el paso del tiempo.

¡¡Qué no daría yo por tener suficiente gancho aunque madurito, como para ser capaz de seducir a jovencitos...aunque también estoy pensando que puedo contratar los servicios de un acompañante y pagarle lo bastante como para que me diga delante de todas:"solamente tú sabes lo que me hace feliz", jajaja... poderoso caballero es Don Dinero. Como en Pretty Woman, pero al revés...amor de hombre pagado, jajaja.





¡Me voy a meter en un berenjenaaaal!...bueno si me sale bien, será como meterse en el jardín prohibido al que puede que quiera volver de vez en cuando. El morbo es lo que tiene.

Bueno chicos, os dejo que debo poner en práctica mis dotes seductoras...o preparar la tarjeta de crédito..., presiento que hoy puede ser un gran día.

De todas formas, nunca es tarde para experiencias nuevas.



                                           ---------------



¿Ya lo habéis leído?... Vale, nada es verdad, o casi nada, jajaja, todo es un guiño al 28 de Diciembre, pero sí os diré que os propongo un juego.
En el texto, están escondidos dieciséis títulos de canciones de intérpretes que cantan en español, si los encontráis, (qué tonta, claro que los encontraréis), decidme cuántos habéis hallado sin hacer trampas y ya os diré cuándo los podemos publicar.
Siento que el que menos acierte no pueda pagar un almuerzo, jajaja.







Amigos, ésto es una reposición de hace dos años, sé que muchos os acordaréis, pero que no me entere yo que nadie se chiva.  Los que no estábais en esa fecha... adelante, si os apetece, si no, tampoco pasa nada.