El estirón

Dos señoras se cruzan paseando: ¡¡Hola!! ¿qué tal?
-Bien, bien.
-¡¡Uyyy. qué cosita más lindaaaa, cuanto ha crecido ¿no? está precioso.
-Sí, en un par de meses ha dado un estirón.
-Se le han puesto los ojos más claros, ¿no?...qué guapo es.
-Pues sí...no sé de quién los habrá sacado.
-¿Ya ha cumplido el año?
-Sí, tiene catorce meses.
-Y qué ¿es bueno? ¿sigue siendo malo para comer?
-¡Qué va! Ahora ya come bien, además tiene buena boca, le gusta todo...pero ¡hija! es muy inquieto y no le podemos perder de vista un segundo.
-Mujer, pero eso es normal, cuando sea un poco mayor ya cambiará.
-Pero es que nos agota, ahora le ha dado por no querer dormir solo en su cama y todas las noches le tenemos que pasar a la nuestra.
-Eso es una  mala costumbre.
-Ya, pero si no le dejo dormir con nosotros, se lleva toda la noche llorando y la verdad...no descansamos ninguno. Y eso que le baño antes de cenar para que se relaje y al acostarlo le doy su leche calentita, pero...nada.
-Pues paciencia...ya le pasará.
-Como para tener otro pronto, mi marido quiere tener uno más para que no se críe solo, pero ya lo buscaremos más adelante.  Bueno, chica, te dejo, me voy corriendo que está muy resfriado y tengo cita con el veterinario.
-Vale, vale, hasta pronto.