Volveré.

Queridos amigos, escribo sólo para deciros que tardaré un tiempecito en leer, comentar y sobre todo escribir. No sé con qué frecuencia lo podré hacer, pero de momento, mi tiempo lo tengo invertido en solucionar problemas y más problemas.

¿Os puedo pedir un favor?.... No me olvidéis. Yo tampoco lo haré.

Un fuerte abrazo para todos mis queridos amigos.... ¡¡¡TODOS!!!.

¡¡Puñetera Crisis.....!!

Amigos... me han dado una mala noticia. Una noticia que últimamente se está dando con demasiada frecuencia. En unos meses, pasaré a engrosar la millonaria lista de parados de España.

Por supuesto, no voy a decir, que me ha caído como una jarra de agua fría, ni que ... precisamente estoy pasando por una mala situación económica, ni que ... no sé qué voy a hacer porque el trabajo ahora, hay que buscarlo debajo de una chinita del camino y lo que es peor, tener suerte en encontrarlo. Tampoco diré que me desmonta lo que tanto esfuerzo me ha costado conseguir para que en casa entrara algo más de ayuda. No voy a decir nada de eso, porque, como yo, -y algunos mucho peor- están todos los demás, que saben de sobra lo que es vivir con tanta impotencia, una situación que no tiene visos de solucionarse a corto plazo.

¡¡Paciencia, amigos!!... Confiemos en Dios.

Pero... ¿sabéis una cosa?. Independientemente del despido laboral -que por otro lado entiendo, porque los jefes también están en crisis-... hay algo más que me va a doler mucho y es saber que ya no estaré a diario con dos caritas angelicales... dos cabecitas rubias como rayitos de sol... dos pares de ojos muy vivos y risueños, dos sonrisas agradecidas cuando comparto sus juegos, dos muñequitas de 3 y 4 años que he visto nacer y he ayudado a criar. Voy a echar de menos sus besos y abrazos, su forma de decirme que me quieren, su despertar pocas veces malhumorado y casi siempre alborotador y alegre, el cansancio al final de la jornada por haber tenido días tan juguetones... todo eso y más, voy a echar de menos.
Se me van dos pedacitos de mi vida, las he llegado a querer tanto... que son como algo mio.

Carmen y Miriam... Miriam y Carmen, dos niñas que llegaron a mi, en un momento en que estaba necesitando algunas alegrías y que se van cuando todavía las necesito.

¡¡¡¡Puñetera crisis!!!!.