¿Quién tiene la verdad en su mano?...¿quién la razón?...¿alguien lo sabe todo, todo... sin margen de error?
A saber, cada vez que os hablo de "Los niños de mi vecina", como habréis podido imaginar, no me refiero siempre a los que verdaderamente viven en mi misma planta o en el mismo bloque o ni siquiera en el mismo edificio. Yo considero vecinos a todos los que viven a mi alrededor, desde una esquina a la otra de la calle y a un lado y otro de la carretera, es decir, las dos aceras. Y apurando mucho, también se puede llamar vecinos a los habitantes del barrio e incluso yendo ya más lejos, todos somos vecinos de ciudad..¿o no?.
Pues bien aclaro esto porque las historias que cuente en el apartado "Los niños de mi vecina", no siempre serán vividas en primera persona, muchas sí por supuesto, pero otras no, otras serán sólo y exclusivamente información exhaustiva de mis fuentes y nunca sabréis qué grado de cercanía me une a ellas, este punto no lo desvelaré y ya muchos sabéis que soy insobornable.
Si a algunos personajes les pongo nombre, siempre cabrá la duda de si en realidad es el propio o el inventado...eso es lo que hay.
Josefina tiene tres niños en edades comprendidas entre los ocho y once años.... justo es decir que son tres cafres de mucho cuidado...niños al fin y al cabo pero con una crianza complicada en cuanto a que no tienen la presencia de los padres en los momentos y etapas que los hijos necesitan, puesto que son separados y la madre vive con otra pareja, que la verdad sea dicha parece más preocupada por ellos que su propia madre.
El caso es que la educación de estos niños deja mucho que desear. ¡Vamos al lío!
El bloque se pintó recientemente, el color que se eligió para las paredes de las distintas plantas, es un tono beig demasiado chivato para mi gusto, incapaz de esconder roces, golpes, huellas de manos, manchas raras que no se pueden reconocer, en sitios que dejan a algunos vecinos intrigados de cómo se han podido producir, .... huellas de zapatillas y... lo que es peor peor de todo....¡agggg!....mocos pegados... sí....¡hay que ser guarros!... ¡qué asco!.
Bueno pues ésto último ha dado pie a una trifulca entre dos familias vecinas, una de ellas, con un sólo hijo de siete años, que culpaba a los hijos cafres de la primera, pidiéndole a su vez que tomaran medidas con sus hijos para que no se comportaran como animales, según ella, y exigiendo una limpieza del tramo de escaleras que tenía en su limpia y lisa pared, unas protuberancias harto sospechosas.
Como es de suponer, la familia de los cafres, defendían la inocencia de los niños a toda costa porque creían en la palabra que les habían dado sus hijos.
La trifulca llegó a cotas insospechadas, las familias insultaban respectivamente a los hijos de la otra y les decían a los niños cosas, que, por muy cafres que fueran, ¡oye!, sólo eran niños.
La contienda se terminó con un juramento hecho por la pareja de Josefina a la otra familia: "Yo te juro que pienso descubrir quién ha sido, ya está bien de culpar siempre a los mismos".
Los días y semanas fueron pasando y casi olvidado ya el incidente... hete ahí, que una mañana los vecinos del bloque en su totalidad, se despertaron con un buen anuncio en su tablón.
"ÉSTE ES EL CULPABLE", y bajo estas letras en mayúsculas, una serie de tres fotografías en las que se podía ver a un chico de siete años hurgándose la nariz, dando forma al moco entre sus dedos y por último, decorando la hermosa pared con tan viscoso adorno. Cumplió su palabra el hombre.
Según cuentan las lenguas viperinas, la familia del niño de siete años, tardó en salir y saludar a sus vecinos, seguramente muertecitos de la vergüenza... y desde entonces, a los cafres (que lo siguen siendo) ya no se les culpa de todito todo lo que pasa, sólo de lo que hacen, jajaja.
Pero el cuchicheo que más duró, fue el de la incógnita de saber cómo pudo tomar las fotos ese hombre, cuánto tiempo estuvo al acecho para conseguirlo y porqué no le enseñó las fotos a sus padres directamente sin necesidad de que las vieran todos los vecinos.
Y es que no se puede discutir pensando que estamos en posesión de la verdad y por encima de todos.
El bloque se pintó recientemente, el color que se eligió para las paredes de las distintas plantas, es un tono beig demasiado chivato para mi gusto, incapaz de esconder roces, golpes, huellas de manos, manchas raras que no se pueden reconocer, en sitios que dejan a algunos vecinos intrigados de cómo se han podido producir, .... huellas de zapatillas y... lo que es peor peor de todo....¡agggg!....mocos pegados... sí....¡hay que ser guarros!... ¡qué asco!.
Bueno pues ésto último ha dado pie a una trifulca entre dos familias vecinas, una de ellas, con un sólo hijo de siete años, que culpaba a los hijos cafres de la primera, pidiéndole a su vez que tomaran medidas con sus hijos para que no se comportaran como animales, según ella, y exigiendo una limpieza del tramo de escaleras que tenía en su limpia y lisa pared, unas protuberancias harto sospechosas.
Como es de suponer, la familia de los cafres, defendían la inocencia de los niños a toda costa porque creían en la palabra que les habían dado sus hijos.
La trifulca llegó a cotas insospechadas, las familias insultaban respectivamente a los hijos de la otra y les decían a los niños cosas, que, por muy cafres que fueran, ¡oye!, sólo eran niños.
La contienda se terminó con un juramento hecho por la pareja de Josefina a la otra familia: "Yo te juro que pienso descubrir quién ha sido, ya está bien de culpar siempre a los mismos".
Los días y semanas fueron pasando y casi olvidado ya el incidente... hete ahí, que una mañana los vecinos del bloque en su totalidad, se despertaron con un buen anuncio en su tablón.
"ÉSTE ES EL CULPABLE", y bajo estas letras en mayúsculas, una serie de tres fotografías en las que se podía ver a un chico de siete años hurgándose la nariz, dando forma al moco entre sus dedos y por último, decorando la hermosa pared con tan viscoso adorno. Cumplió su palabra el hombre.
Según cuentan las lenguas viperinas, la familia del niño de siete años, tardó en salir y saludar a sus vecinos, seguramente muertecitos de la vergüenza... y desde entonces, a los cafres (que lo siguen siendo) ya no se les culpa de todito todo lo que pasa, sólo de lo que hacen, jajaja.
Pero el cuchicheo que más duró, fue el de la incógnita de saber cómo pudo tomar las fotos ese hombre, cuánto tiempo estuvo al acecho para conseguirlo y porqué no le enseñó las fotos a sus padres directamente sin necesidad de que las vieran todos los vecinos.
Y es que no se puede discutir pensando que estamos en posesión de la verdad y por encima de todos.
Ese niño apunta a gran pintor.
ResponderEliminarSu técnica innovadora, y barata, hará furor en los próximos años.
A su barrio se le conocerá como Mocolandia.
Besos.
Jajaja, Tu siempre sacando lo positivo de las situaciones, jajajaja.
EliminarLo único malo de la cosa es que serían pinturas monocolor.
Besos apretaos
Les estuvo muy bien empleado, sí señor. Biquiños!
ResponderEliminarAy.... Hijos y padres!!!!!, a veces, no se sabe quiénes son peores.
EliminarQue chiquillo más guarro, caramba.
ResponderEliminarY lo de los padres...qué decir. Pensamos siempre que los nuestros son cuasi perfectos, pero hete ahí que nadie lo es y antes de hablar, hay que averiguar...
Lo que hizo ese hombre sí que es tener paciencia y narices, oye, pero que muy bien.
Besos.
Sí los hay que ¡vaya tela!.... mis hijas tuvieron de pequeña una amiguita a la que le encantaban las tijeras, de esas escolares con los manguitos de plástico.... pues cada vez que venía a jugar, me dejaba cortinas, sábanas y colchas rajadas a pequeños cortes, hasta que me cansé y cuando llamaba a la puerta, le hacía esperar en la entrada hasta que revisaba toda la habitaciíon para que no hubiera ninguna por medio, después de eso pasó a coger otra manía, la joía era revoltosa a más no poder y con unas ideas.....
EliminarBesos apretaos
Mientras no sean niños como Dexter... ahí van.
ResponderEliminarYo en mi condomiio no me quejo de los hijos de los vecinos, sino de los vecinos guarros que tengo jajajaja
saludos
carlos
Más le temería yo a unos adultos guarros que a unos niños malcriados, al fin y al cabo al niño siempe se le puede corregir pero, vamos que, a tío y tías ya con espolones, no hay quien le cambie.... jajaja.
EliminarBesos apretaos, pareja.
Pues les ha caido al pelo, normalmente es verdad el dicho ese de "unos cardan la lana, y otros se llevan la fama" habitualmente suele pasar en todos los lados igual, pero es que el tema de comunidades y vecinos da para mucho, que no me extraña que haya series sobre el tema, es que de verdad hay gente que está sin civilizar... Yo recuerdo cuando era pequeño e iba al cole que en clase una vez, el empollón tiró con la cerbatana y dió al profesor, como nadie dijo quién era (hacíamos piña, en el recreo se arreglaban las cosas...jajaja) y culparon al estudiante cafre de la clase, que entodas lo hay... ahora lo de las fotos, un puntazo!! jajajaja!!! Me encantan tus post, me entretengo un montón!!! ^^
ResponderEliminarMuchos besitos!!!!!
Carlos-Chocoboss
Siempre han habido niños y niños, los hay revoltosos insoportables y otros que por lo calladito también se las traen, no se sabe qué es mejor, jajj.
EliminarMe alegro de que, al menos, te distraigas leyéndome.
Besos apretaos, Carlos
La verdad es que me he reído mucho, no se si son más infantiles los niños o los adultos que se meten en esas trifulcas...chiquilladas.
ResponderEliminarUn beso Yeste y feliz fin de semana
Hay para todo en este mundo, Matt, aunque, a veces, es muy cierto eso de que de tal palo tal astilla, a saber de dónde le vienen a los niños las malas ideas, jjjj....
EliminarMe alegro de que ya te haya pasado un poco la flogera, jeje.
Besos apretaos
la verdad no solo no la tiene nadie, lo que nos debe preocupar es tener al menos una opinión...
ResponderEliminarCierto, nadie está en posesión de la verdad absoluta y a veces incluso nos equivocamos al opinar.
EliminarBesos Jordi
Amenísimo este patio de vecinos que te has montado. Y a mí que ese chaval del moco me ha hecho gracia, con tan solo siete años,... pero qué lío por un moco retorcido.
ResponderEliminarUn besazo Yeste
Jajajaja, puede resultar gracioso cuando se hace una vez y el niño es demasiado pequeño para entender, pero en este caso, no creo que a los vecinos les hiciera mucha gracia ver así las paredes de su bloque.
Eliminar¡¡¡Retorcido!!!, jajaja.
Besos apretaos, María Pilar.
Ufff fui presidenta de comunidad y recuerdo con horror las peleas en torno a los niños y los adolescentes.
ResponderEliminar¡Son peores los padres que los hijos! Además que manía de decir el mío no ha sido porque el mío no miente ¡A ver....! :P
Besazo
Siempre me han caído mal los padres que juran y perjuran que sus hijos no han hecho tal o cual cosa, los que son capaces de poner la mano en el fuego por ellos. Una cosa es confiar en los hijos y que ellos confén en tí, pero como padres, siempre sabemos que no podemos estar al cien por cien seguros de algo, sobre todo en la infancia y adolescencia, cambian mucho de dentro a fuera del hogar.
EliminarBesos apretaos
A ver, aparte del tema de la marranada y de la trifulca de las dos familias, más por orgullo que otra cosa, yo creo que ese señor con tal de salirse con la suya y darle en las narices a los otros no ha tenido la sensibilidad de pensar en ese pobre chiquillo. Joder! no puedes humillar y avergonzar publicamente a un niño de esa manera, eso es muy feo, tomas la foto y se la enseñas en privado a los padres, pero ésto no, hay cosas más importantes que satisfacer nuestro orgullo.
ResponderEliminarBesos
Esto es un debate con muchos matices, jefa, yo estoy de acuerdo contigo en que no debería haber expuesto las fotografías del niño porque le habría podido suponer algún trauma, pero también comprendo a Misterio (más abajo) cuando dice que si no lo hace público, el resto de vecinos hubieran seguido creyendo por siempre que eran los cafres los culpables.
EliminarLo aconsejable hubiera sido que se hubiesen puesto de acuerdo los padres y que los del niño de siete años, hubieran pedido disculpas en privado a los vecinos....peeeero.... si se hace así, todos seríamos dechados de educación y ya sabemos que no somos tal que así, jaja
Besos apretaos
Los niños, niños son, aunque algunos sean unos cafres, que haberlos haylos, pero de los peores siempre siempre son los padres. Eso sí, seguro que se quedó agustito esperando sacar las fotitos
ResponderEliminarBesines
¡¡¡¡¡Los niños son niños y muchas veces son los padres el espejo donde se miran!!!! ¡a saber!.
EliminarEl hombre, desde luego tuvo paciencia, pero dicen que la venganza se sirve fría, jajaja
Besos apretaos
Por una vez no voy a coincidir con tu jefa. Se les estuvo muy bien. Los que pretenden dar lecciones de educación son los que tienen peor educados a sus hijos.
ResponderEliminarBesos.
A los padres les estuvo muy bien Chema, yo pienso en el pobre chiquillo que viera ahí su foto publicada, y aunque me muriera de ganas de hacer algo así no sería capaz por él
EliminarLo dicho antes, muchos matices para un mismo debate. Yo creo que nadie sabe con seguridad lo que haría hasta no verse en situación. Posiblemente la mayoría pensaría primero en el niño.
EliminarBesos apretaos, Chema.....Jefa....
Donde menos te lo esperas salta la liebre, y en este caso no habían sido los cafres, aunque podían haber hecho algo peor. Hay niños más malos que Caín, y si encima los padres no son muy allá, ya está el belén montado. De todas formas yo creo que ese vecino le tenía que haber enseñado las fotos a los padres, y que estos tomasen medidas, y no poner la foto del niño públicamente como se fuese un asesino en serie, entre otras cosas porque esto lo mismo es hasta ilegal. Ahora lo de darle al moco, también tiene su mérito.
ResponderEliminarBesos Yeste
¡¡¡Halaaaa, exagerado!!!!, jajaja, pero desde luego, llevas razón, no era forma de hacer las cosas, creo yo. Lo que sí han conseguido entre todos es que las paredes se mantengan limpia de "protuberancias moquiles".
EliminarBesos apretaos, Rafa.
Yo cada vez lo tengo más claro: nos complicamos demasiado la vida. Anda que darle importancia a ver quién ha sido el cochino... Como si así consiguieran algo. En fin. Hay gente pa tó
ResponderEliminarHabría que ponerse en el lugar de los padres de los cafres, que saben que sus hijos lo son y que por eso mismo, cargan siempre con todas las culpas, sean inocentes o no. Complicado saber cómo acertar.
EliminarBesos apretaos, Cecilia.
La pareja de Josefina: ¡un genio total! Mi aplauso.
ResponderEliminarBesos
Jajajaja, La verdad.... que hasta ahora, están muy repartidas las opiniones sobre si obraron bien o no, hay que verse en la situación, creo yo, Myriam.
EliminarBesos apretaos
Antes de leer el final, sí pensé que bien podría ser el otro niño, porque suele pasar eso, que siempre se culpa a los mismos, porque son más, o porque de normal den más guerra; pero... ya ves como es la cosa.
ResponderEliminarSi solo enseña las fotos a los padres del niño, sus hijos seguirían ante todos los vecinos llevando la fama. De esa forma, antes de culpar siempre a los mismos, ya se lo pensarán :)
Muy interesante, montón de besos, guapa.
Ya comento más arriba que según desde el punto de vista de cada persona, estarán a favor o en contra de la forma de solucionarlo, personalmente creo que se debería haber solucionado en privado, pero también comprendo que era una forma de dejar libre de culpas a los verdaderos inocentes.
EliminarBesos apretaos, Misterio.
Si es que hasta los más gamberros a veces tienen sus momentos de inocencia... Y los que parecen mosquitas muertas también tienen lo suyo. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarY es que hay niños que son capaces de sacar de quicio a cualquiera y si encima son guarros.... ni te cuento....
EliminarBesos apretaos
Admitimos pulpo como animal de compañía.... jjjjjajajjajajajajaja.
ResponderEliminarPues sí, supongo que hacerlo así debe ser un gustazo, pero prefiero dame el gusto en privado y no exponer al niño y a sus padres a la vergüenza colectiva, jeje.
Besos apretaos, Zum
Buf! Ya veo que en todos los portales cuecen habas!!! Hombre, el tío debía estar muy muy muy cabreado como para estar al acecho durante tanto tiempo. Eso sí, es una putada para el crío que en realidad es un descerebrado por tener exactamente 7 años. La culpa, como siempre, es de los padres, que los visten como "frutas", jaja.
ResponderEliminarBesos mocosos!
Jajaja, sí, yo también creo que la culpa es de loa padres, porque supongo que no era la primera vez que lo hacía.
EliminarY supongo que debe cabrear que todos señalen a tu hijo sin haber hecho nada.
Besos apretaos
Ufff, las comunidades... A veces ocurren cosas terribles en ellas. yo he sido presidente de dos o tres y te aseguro que entodas hay gente malísima. O que se odian a muerte, y con tal de dejar en mal lugar o herir a su "enemigo", harán de todo.
ResponderEliminarEn cantado de leer un relato que en sí es vida misma.
Quizá yo por eso, ahora, que soy rico,(no tanto) vivo en un chalé jajajaja.
Un abrazo yeste
Suerte la tuya, Josef, por ser lo suficiente rico para poder vivir sin tener que soportar las complicadas reuniones de vecinos.
EliminarGracias por tus palabras.
Creo que el fotógrafo actuó con premeditación,pudiendo incluso avisar a los suyos de que no lo harían.Con tanta ansiedad de demostrar la culpabilidad en el niño ajeno a su familia y con tanta paciencia. Me hace desconfiar que todos los gotele seudoartisticos, fueran colgados por el mismo niño. Las fotos solo demuestran que decoro la pared en esa o esas ocasiones, no demuestran que en anteriores ocasiones el arte fuera desarrollado por el mismo renacuajo. Creo que si todos nos dedicaríamos a fotografiar los brotes de arte negativo de los demás y exponerlos al publico.Los bien avenidos vecinos terminarían repartiendo el arte a guantazos o incluso en los tri- bunales. "Dos besos a repartir"
ResponderEliminarJajajaja, pues tienes razón, no había caído yo en eso, quizás todos los mocos no sean del mismo niño y puede que haya alguno de los cafres.....¡mala cosa! tendrían que haberles hecho el ADN.
ResponderEliminarGracias por tu visita, Arturo.
Las peleas entre vecinos tienen tela. Los más cafres eran los padres, al fin y al cabo los niños son niños y sin una buena educación...no se puede hacer nada. El fotógrafo debió hacer guardia durante un tiempo, aunque a lo mejor el niño no tenía tanta nariz para esa cantidad de mocos... es un poco sospechoso...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte Yeste!
Sí Imaginativa, más razón que un santo tienes, hacemos lo que vemos y oímos, somos los que educamos y si no sabemos hacerlo no pueden salir bieneducados....
ResponderEliminarSospechoso es, desde luego, jajaja.
Besos apretaos, amiga