Ahorra, Ahorra, SÍ, PERO.... ¡¡¡DE QUÉ MANERA!!!
Amigos,
os cuento un dilema importante, me debato entre ponerme guapetona
cuando salgo a la calle y ahorrar en gastos superfluos... he de deciros
que esto último va ganando terreno de una forma "espantosa".
Comencemos: Un día cualquiera... pero concretamente ... hoy.
Empiezo el día bien de mañana... la duchita refrescante -en ese momento me alegro del calorcito que hace porque así AHORRO electricidad-
el desayuno, cepillar los dientes, elegir la ropa de calle, vestirme,
preparar mi cara para las inclemencias del tiempo, maquillarme,
calzarme y...¡¡lista!!, una última mirada al espejo, comprobar que es
agradecido y ¡¡a la puñetera calle!!. Me he levantado de buen humor.
Me dura poco.
Ya
sólo el acto de abrir la puerta de salida a la calle, me pone de mala
leche, me dan un bofetón sin manos que me hace dudar si echar el paso o
no, la bofetada de calor es horrible, había olvidado por un momento que
el verano aquí nos hace ir "calientes" por la vida.
Como
no hay más remedio, decido airosa seguir mi camino y llegar andando a
donde tenía previsto llegar, al poco, noto como diminutas gotitas de
sudor se van instalando sobre mi labio superior, saco un pañuelo y me
seco con suaves golpecitos. A medida que voy avanzando, mi pelo se va
aclarando de color por los rayos solares y pienso:" ¡Oh qué bien!,
también AHORRARÉ en las mechas"... llego a tener el cuero cabelludo tan caliente como una vitrocerámica recién apagada.
De
pronto siento la necesidad de beber, paro en un quiosco y compro una
botella de agua, me jode tener que ir cargando con un kilo de peso por
todo el trayecto. En otro minuto del corto tramo recorrido, compruebo
que tengo todo el cuerpo húmedo y pegajoso y pienso: "¿Me habré secado
bien después de ducharme?", otro segundo después, no se sabe porqué, me
escuece un ojo, me llevo un dedo con cuidado al párpado, intento
reducir el escozor, no lo logro y cojo un espejito de mano... ¡¡Dios
mío!!, veo con horror que tengo marcadas a lo largo de las mejillas un
sinfín de lágrimas negras y pienso: "a partir de mañana me AHORRARÉ también la máscara de pestañas".
Saco
una toallita de papel, me limpio los churretones, el sudor de la
frente, las gotitas que las cejas no son capaces de retener y que
resbalan por mis párpados hasta las pestañas, noto como mi piel escupe
sin parar una mezcla de aceite salobre y manteca blanquecina y por el
mencionado labio superior ya corren alegres las gotitas en fila india
disputándose la entrada triunfal en mi boca, meta que consiguen en
cuestión de segundos (son buenas corriendo). Al instante noto el
susodicho sabor salobre mezclado con alguna sustancia lechosa
desagradable al paladar... ¡¡¡HALA!!! A TOMAR POR SACO LA CREMA
HIDRATANTE, que no es por referirlo pero me costó una pasta gansa, y
pienso: "A partir de mañana, no me pondré nada de cremas y potingues en
la cara, mira por dónde podré AHORRARME TAMBIÉN el dinero de la crema.
Intento mirar hacia delante con optimismo y entrecerrando los ojos porque quise AHORRARME las
gafas de sol, cuando cada vez me va costando más andar, las piernas se
me hacen pesadas, miro hacia abajo y creo haber pisado un chicle... pero
no... me he puesto unas chanclas de goma y voy dejando parches de
caucho derretido pegados en las baldosas del Ayuntamiento y pienso:"
MEJOR ME VUELVO A CASA, CON TODO LO QUE ME VOY A AHORRAR, TENGO PARA
PAGAR EL AIRE ACONDICIONADO HASTA FINAL DE VERANO"
Una mujer debe ponerse guapa, pero con las calores que hacen es mejor salir al natural, como aquella canción de Manolo Escobar que decía: "No te pintes la cara con colores artificiales, que los tuyos son bonitos y además son naturales", ya que de lo contrario con lo que os cuesta y el suplicio que supone maquillarse y demás, al primer golpe de calor se va todo lo "pintorreado" al carajo. Así que lo mejor es que ahora os dejéis de pinturas como los indios en pie de guerra, y de paso por supuesto se ahorra. Muy cierto lo que comentas del agua, te la compras, pegas un trago, y luego tienes que cargar con la botella de los cojones, que además del peso, resulta que cuando quieres volver a beber, ya se ha puesto más caliente que la niña veneno. Por cierto según he leído, esta noche en Valencia ha sido la más calurosa del año.
ResponderEliminarBesos yeste lima.
ResponderEliminar¡Hombre, Rafa! está bien ser solidario con el calor del sur, de vez en cuando no está de más que las noches calurosas sean en Valencia y no en Sevilla, jajaja.
Ya hace varios años que no me maquillo la cara en verano, sólo ojos sin rimmel y labios, porque era tirar el dinero que cuesta tango ganar. ¡¡Yo de todas formas estoy guapa!!, jajaja.
Besos.
Yo no me maquillo nunca. Esa tortura que me ahorro pero, no me libro de la del sudor chorreando nada más salir.
ResponderEliminarNo nos quejábamos de que no llegaba el verano, pues ha llegado.
Buen fin de semana besos
EliminarHombre yo los ojillos y la boquita sí, que algo mejora una, pero como tú dices, no por no maquillarme la cara dejo de sudar a chorritos.
Besos.
¿Tú también verdad? ¿Ves? A esto me refiero exactamente cuando digo que odio el verano. No hay manera de estar mona, te deshaces como un cucurucho, te pones nerviosa y de mala leche, sudas aún más...juro que yo termino hablando sola por la calle y con el abanico como una yaya. Juro que me da la sensación de que nadie en este mundo suda como yo...de verdad, no lo soporto!
ResponderEliminarMe sigo maquillando y parezco un cuadro abstracto. Tengo ganas de llorar. Que llegue el otoño por el amor de un dios!!!!!!
Besitos
Pues hija, eso que también tenemos en común, ya he dejado de sacarle jugo al verano, lo hacía antes, de jovencita que no me molestaba nada y estaba dispuesta a pasar por todos los infiernos con tal de pasarlo bien.
EliminarAhora lo paso bien, pero me he vuelto más comodona y no aguanto los chorritos de sudor cubriendo mi cara, corriendo por mis ojos, mis labios, mi barbilla y bajando hasta el cuello, por eso no puedo maquillar la cara... los ojillos por aquello de estar un poco más mona pero ya está. Y sí, pienso igual que tú, a veces se lo digo a mis hijas: "¡no puede haber nadie que sude como yo, imnposible!" Y cuando trabajo ni te cuento, me doy vergüenza a mí misma.
Apretaos.
el momento churretón de lagrimas negras ha sido mortal jajajaja
ResponderEliminarjajajaja Yo es que adoro el claor, básicamente porque no sudo.
Mi temperatura corporal es 35,7º soy como una especie de lagartija así que yo a 40º soy feliz...
Lo sientooooooo :P
Besazo
Te odio!
Eliminar¡¡ Yo tambiéeeen !! Principalmente porque ya dije en una ocasión que entre todos los hipos que tengo, uno de ellos era hipotérmica, incluso sudando a chorros no paso de 36 ni en verano, así que no debe de tener nada que ver con las glándulas sudoríparas, que ésas van a su bola.
EliminarRepito...también te odiooooo.
Jjajajajajajajaajajajajajajajajaja me parto!! esto es horroroso, yo paso de composturas con este calor insoportablemente asqueroso. Me pinto los labios y va que chuto!!
ResponderEliminarBuenísimo el texto y cierto, yo he vivido también todo eso, que asco verano de verdad... uffff
Besos !!
¡Otra que odia!
EliminarVerdad, ¡qué asco verano!
¡Oye, guapa! nunca mejor dicho, que lo eres, las que son como tú no necesitan ni eso, pero algunas estamos más monas con los ojillos pintaos y los morritos sonrosaos.
¡Hombre ya!
Jajaja, besos apretaos, tocayita.
Que calooooooooooorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminarNi ganas de comentar tengo.
Besos de lejos.
EliminarNo lo hagas Toro, que el calor baja la tensión y no se debe hacer ningún esfuerzo, jajajaja.
Besos apretaos.
Ya vendrá el invierno y os quejareis del frío.
ResponderEliminarAl final el calor va a descubrirte que no necesitas nada para estar guapa.
Has estado sembrada con la entrada (en verso y todo).
Besos.
EliminarBueeeeno....nada....nada, yo sí necesito una ayudita para estar mejor, jajaja.
Del frio nunca me quejo, Chema, porque si hace falta salgo envuelta en cinco o seis capas, pero en verano, no puedo andar desnuda por la vida....se darían de golpes....jaja
Besos apretaos
jajajjajajajaja
ResponderEliminarPues sí que estás ahorradora.
En fin.
El verano tiene esas cosillas.
Se hace imprescindible el abanico.
En cualquier caso, las que somos guapas necesitamos poco maquillaje, que el verano lo derrite.
Besos Yeste, que estoy un poco abducida por el verano.
Eliminar¡¡Claro!! ¡Qué lista! ¡como tú sí eres guapaaa! pues hija yo no, yo necesito pelín de apoyo, jajaja.
Disfrútalo, el verano, digo.
Jajajaja, cierto.
ResponderEliminarA veces parece que nos vamos derritiendo a medida que vamos andando, por eso yo en verano no utilizo ni máscaras de pestañas, ni maquillaje ni nada similar, total! al final va a ser todo un pegote chorreoso en medio de la cara y es peor el remedio que la enfermedad.
Y si, casi prefiero invertir en aire acondicionado que tener que estar sufriendo estos calores sofocantes que te ponen hasta de malhumor.
Besitos mediterráneos y sofocaos...
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ResponderEliminarLa que es guapa de nacimiento, no necesita muchos afeites, las demás precisamos de una ayudita, aunque ya hace tiempo que aprendí que en verano sólo te puedes poner hidratantes de noche, a pesar de la falta que hace por la pérdida que sufre la piel, todo lo que te pongas durante el día es tirar el dinero, pero los ojitos y la boca sí loss maquillo un poquito, por supuesto, sin máscara de pestañas.
Si tienes calor ahí, vente al sur, verás lo que es bueno, jajaja.
Jejejeje....
ResponderEliminarA mí no me importaría nada sudar y sudar y perder todo el dinero gastado en la ducha del hotel y en el jabón y en el desodorante y en el detergente de la ropa,
a cambio de estar en Sevilla!!!!
Eliminar¿En serio, Fernando? No creo que sepas bien lo que estás diciendo, el verano aquí es insoportable.
Pero si quieres comprobarlo, sólo tienes que hacer un viajecito hasta aquí y verás lo que es bueno.
Besos apretaos.