AZAHARES

Decir que Sevilla tiene un "olor" especial, no es hacer referencia  al tema famoso de Los del Rio, ni al final de la peli "Ocho apellidos vascos" en el que se puede oír la cancioncilla en boca de sus intérpretes, más que nada porque ellos se refieren al "color" que tiene la ciudad (que no sé a cuál se refieren porque tiene muchos) y yo lo digo por el aroma que desprende.

 No quiero hablar de la ya tan manida Prima Vera porque de nada sirve, todos sabemos de sobra cuando entra, cuando sale, lo que trae,  lo que lleva en el aire y lo que deja de recuerdo en los alérgicos. En este tiempo es fácil ver por doquier, a personas enmascaradas intentando darle esquinazo a la Prima, y digo intentando porque casi nunca lo conseguimos y tenemos que aguantar las miradas de los que no lo son cuando sin motivo ni razón, nos ven llorando por cualquier rincón de la calle y ni siquiera nos atrevemos a darles alguna explicación porque corremos el riesgo de estornudarle en toda la cara (y ya morirnos del tirón de vergüenza propia) porque tienes las manos tan ocupadas en apaciguar los picores que nos recorren el cuerpo, que no podemos permitirnos el emplear una de ellas en taparnos la boquita con educación, que aquí de nada vale ser bieneducada cuando te están atacando por todos los flancos.... en fin, a lo que iba, que me desparramo.

Como siempre, cuando termino de desayunar, abro de par en par las ventanas de mi casa, incluso en invierno, al menos durante 15 minutos necesito sentir el fresco de la mañana en mi cara, estremecerme por un instante al sentir el frío aunque me cruce la chaqueta de lana fuertemente contra el cuerpo,  y claro ahora, con esta temperatura estupenda que tenemos por estos lares, a la que yo me suscribía de por vida, mantengo el ventanal del salón abierto durante más tiempo.....y hoy..... no recuerdo en qué minuto de la mañana, he sido completamente consciente de que la Prima, por fín, nos había visitado... ahora es cuando no necesito comprar ambientadores... porque no hay ninguno más barato y con mejor olor que el que ha estado perfumando mi casa casi todo el día.

En la calle y literalmente al alcance de mi mano hasta que los del Ayuntamiento pasen a podar, tengo un naranjo, de naranja  agria claro, cuando están cargados, puedo estirar un poco el brazo y hacerme con un par de ellas, las parto por la mitad, les pongo dos o tres  clavos y las dejo en cuencos de cristal como ambientador natural, pero en estos momentos, de lo que están cargados es de azahar, y amigos, es un olor intenso que llega a todos los rincones de la casa en cuanto se levanta un poquito de brisa, es un olor que impregna las calles de Sevilla como a tantas otras ciudades en las que abundan los naranjos.  Aquí azahar es sinónimo de naranjos, de más de 31.000 naranjos en flor repartidos por toda la ciudad, es quizás una de nuestras señas de identidad incluso para foráneos... vamos... pa' los de fuera... Mi calle es larguísima, cruza el barrio de una parte a otra, es un barrio de calles largas y anchas y en todo él, las dos aceras están sembradas de naranjos, os podéis imaginar el espectáculo, si el olor de Sevilla en esta época es característico, también lo es el manto blanco que cubre su suelo, blanco por ahora, porque dentro de poco será naranja.... las aceras se convertirán todas  en alfonbras de naranjas amargas esperando su recolecta... todo un huerto urbano de los que le gustan a mi amiga Pilar..... una situación impresionante, de verdad....pero no creáis, si no las recolectan a tiempo, puede llegar a ser incómodo ir mirando dónde pisas.

Yo sabía que esta clase de naranjas se comercializaban, al menos, en parte, pero lo que no sabía es que está reconocida a nivel internacional por sus aplicaciones. Se usa en Farmacia y Medicina, como suplemento dietario y con fines terapéuticos porque contiene Sinefrina.... también en la industria de aceites esenciales y como desengrasantes y aromatizantes... y... ¿sabéis cuáles son las aplicaciones más rentables?...  la mermelada de naranja y .... ¡la industria etílica!, nuestro mayor comprador es el Reino Unido, ¡jatetú!, las utilizan para destilar y aromatizar uno de sus productos estrellas...¡¡la ginebra!!...sí, sí, como lo leen, si alguien la prueba  allí, que sepa que lleva en su sabor el toque de la cáscara de las naranjas secas de los naranjos sevillanos. Casi ná.

En fin, que sí, que todo esto está muy bien, que me encanta el olor de mi ciudad... que Sevilla tiene un olor especial, que tenéis que creerme, pero creedme también si os digo que hasta que no acabe la flor y la recolecta de la naranja, yo estaré con la naricilla chatunguera que tengo, hinchada y roja de tanto estornudar, los ojos brillantes y húmedos como si de pena lloraran y disimulando los picores, rascándome  suavemente y con pudor, allí donde no se ven  mucho las rojeces alérgicas, (no seáis malpensados).... y es que, bromista que es la vida...¡soy alérgica a la flor del naranjo!