¡VETE AL CARAJO!... Muy desagradable ¿verdad?...la persona que nos manda allí, lo hace como insulto y porque ya está harto de nosotros y lo hemos sacado de sus casillas. (Yo misma, mentalmente, lo he dicho cienes y cienes de veces)
No sé yo a qué carajo hubiera sido mejor que nos mandaran, si al que el género masculino considera su mejor amigo y protege a cal y canto para que no le falle, o al que verdaderamente da sentido a su significado. Veamos.
No sé yo a qué carajo hubiera sido mejor que nos mandaran, si al que el género masculino considera su mejor amigo y protege a cal y canto para que no le falle, o al que verdaderamente da sentido a su significado. Veamos.
Si al carajo que nos mandan es al primero que menciono... Pues ¡mira!... Tal vez podamos sacar un revolconcillo placentero que nunca viene mal y le damos un poquito de alegría al cuerpo [eeeeeh Macarena...¡aaay!] pero si es al que me temoooo.... ¡Lo llevamos claro!
Su altura era tal, que allí se padecía la inclemencia del tiempo en todo su apogeo... Si hacía calor y el sol pegaba fuerte y puesto que los protectores solares no se habían inventado, el vigía sufría quemaduras, insolaciones, deshidratación y mareos constantes, si por el contrario, las temperaturas eran bajas, en ese punto tan alto no hace falta decir que el frío les atería y era la consecuencia de que muchos enfermaran llegando a producirse la muerte. Y ya el colmo era cuando el viento y los temporales zarandeaban el barco de lado a lado, consiguiendo que el pobre vigía perdiera fuerzas en su lucha por mantenerse consciente y sujeto a las cuerdas de la cesta y terminara cayendo al mar embravecido, perdiendo la vida.
Era un deber a cumplir cuando el capitán daba la orden, resultaba muy duro en cualquier época del año y a nadie agradaba ese puesto.... Por lo que cuando había entre la tripulación algún hombre que no cumpliera con su deber, fuera culpable de algún delito o provocara peleas y motines, era castigado con lo peor, con lo que más temían.... ¡¡mandándolo al carajo!!
Pero es curioso, con el paso de los años, carajo, se ha seguido utilizando en muchos países, tanto en términos positivos como negativos... Y se menciona cada vez más en exclamaciones de enfado y sorpresa... "¡hace un frío del carajo!"...o "¡este gazpacho está del carajo!"...o "¿y a ti qué carajo te importa?"...¿qué carajo es eso?... Vamos, que estamos rodeados de "carajos" por todas partes, ¡¡ tié que véeee!!
El caso es que cuando lo has dicho me ha sonado ese segundo carajo, pero ha sido muy divertido cómo lo has contado.
ResponderEliminarApretaos del carajo.
Gracias Chema.
EliminarIgual de apretaos
¡Carajo! No me sabia tantas formas del carajo. (en mis tiempos si decíamos carajo nos callaban con un manotazo en la boca ¡Tomala barbón!)
ResponderEliminarBesos
Besos
aquí también, Malque, siempre se ha considerado un a palabra fea y a los niños nos reñían si osábamos decirla, jjaja
EliminarBesos
Luego puedes usarlo como abreviatura de "cara de ajo": dícese de la persona que está siempre malhumorada. (bueno, las definiciones se le dan mejor a Chema, seguro que le sacará más juego) :P
ResponderEliminarBesos desde lo alto del puesto de vigía
Pues que tesea leve, habrá que saber qué has hecho para merecer ese castigo.
EliminarApretao
Pues no lo sabía. Qué curioso. Un beso.
ResponderEliminarOtro para ti, Susana
EliminarInteresante entrada. Ahora podré hablar con conocimiento de causa :) Biquiños!
ResponderEliminarCuando te digan malhablada, ya tienes para refutar y enseñarles lo que significa, jajaja
EliminarBeso apretao
Sí que me suena haberlo oído alguna vez. La verdad es que ese carajo en particular no tiene pinta de ser muy placentero que digamos. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarDará insolaciones y enfermedades pero precisamente placer, no, para eso....el otro.
EliminarBesote apretao
Jejejeje, nunca me lo había planteado, Yeste, y eso que uso mucho esa expresión. La próxima vez que la utilice tendré cuidado con el destinatario.
ResponderEliminarjajajaja, es una expresión muy común y fíjate que no ha decaido ni un ápice desde los tiempos de las carabelas.
EliminarBesos
Jejejejeje A partir de ahora lo usare puntualizando "que te estoy mandando a la muerte, so inútil" Besazos querida Yeste!!!!
ResponderEliminarEso, eso, el que proteste.....a la muerte del carajo!!!, jajaja
EliminarPa'ti, muy apretao
Pues mira tú por dónde ni repajolera idea de qué era exactamente, pero por esta parte de España carajo es algo feo, siempre, ahora ya sé qué es.
ResponderEliminarBesines
Ahora ya lo sabes, pero por cualquier parte de España y Latinoamérica, siempre se ha considerado una palabrota, lo que no sé es por qué, deeste significado, mutó en el que se entiende por la mayoría del mundo mundial.
Eliminar¡Qué cosas!
Beso apretao
Me encantan estas explicaciones.
ResponderEliminarMe gusta saber el origen de las frases.
Besos.
A mí también Xavi, siempre he sentido curiosidad, desde pequeña, por el significado de las palabras en general.
EliminarApretaos
Súper interesante! Yo ahora lo soluciono con Parla, que rima con "mamarla", queda mejor, jajaja.
ResponderEliminarBesazo, me ha encantado!
jajaja, tú tienes tu propio diccionario, no menos enriquecedor, jaja.
EliminarApretaos, Anita.
¡Qué curioso! No tenía ni idea del origen de esa expresión. Pobre el que se subiera allí...
ResponderEliminarComo te he dicho en la entrada anterior, qué bien leerte de nuevo. Te mando un abrazo, fuerte fuerte.
Primero, gracias por tus palabras y ese abrazo apretaito.
EliminarLa idea es reflejar el origen de algunas expresiones populares, aunque yo imagino que de la mayoría, ya sabemos algo.
Tenemos que ser buenas para que no nos manden al carajo, que en esta época está el mar soliviantado, jajaja
Besos apretaos, amiga Imaginativa.
Qué interesante, Yeste. Siempre se aprende algo... En un futuro no muy lejano, y teniendo en cuanta el aspecto semántico de "carajo" que tan bien nos has explicado, se dirá "¡Vete a la cola del INEM!" o "¿Y tú, qué INEM, sabrás?". Ah, las palabras... tienen vida propia.
ResponderEliminarjajaja, qué ocurrencia, ¿te lo imaginas?, lo malo es que la palabra no pega para el otro carajo... al menos que también esté en paro, jajaja.
EliminarBesos apretaos, Jorge.
Divertido, curioso y magnífico artículo Yeste.. . . . . Como siempre.
ResponderEliminarbesos apretaos.
Gracias por tus palabras, Manuel, iré a verte pronto.
EliminarBesos
Yeste, se me ha olvidado decirte, que me he tomado la libertad de poner un enlace de tu blog, en el mío; de lo que me siento muy honrado, y para que te lean mis seguidores, que bien que lo merecen tus artículos.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Manuel, la honrada soy yo, jajaja.
EliminarApretaos
Mira, nunca te acostarás sin saber una cosa más. Esta no me la sabía. Yo es que ante la duda, si he de mandar a alguien a un sitio, lo hago a la mierda, que ese sitio no creo que le guste a nadie más que a las moscas.
ResponderEliminarjajaja, además eso lo conoce todo el mundo, ¿verdad?.
EliminarTengo pendiente tu sugerencia, no la he olvidado, ¿te acuerdas?, puñalada trapera, que ya lo tengo pero todavía no lo he plasmado, jajaja
Besos
Ay pues ahora no caigo. Pero vamos, soy de mente dispersa.
EliminarMua!
Pues menos mal que estás tú aquí para que sepamos el origen de estas exclamaciones que utilizamos intuyendo, pero sin la certeza que debiéramos.
ResponderEliminarA partir de ahora cuando mande al carajo o simplemente use esta palabra, sabré por qué al fin!
:)
Gracias hermosa.
Besos apretaos.
jajaja, así podemos decir a quien se queje de nuestra mala lengua, que sólo lo hacemos como metáfora de castigo, jaja.
EliminarBesos apretaos, Marinel
Pues no tenía ni idea de donde venía y me ha parecido muy interesante tu entrada. A unos cuantos mandaría yo al carajo, pero a la de ya, jajajajja.
ResponderEliminarBesos!